Cuautla - Tepoz

La semana pasada tuve una reunión de trabajo en la Ciudad de México, fueron varias horas de presentaciones, llamadas de atención y de una comida en donde no terminamos de descifrar si la mesera estaba coqueteando conmigo o con uno de mis amigos. Después de eso mi amigo y yo nos fuimos en viaje relámpago a Cuautla, Morelos.

En la carretera...


Con ese nombrecito la neta ni se me antoja ir...
Manantial de aguas termales "Agua Hedionda"


La alameda


La iglesia



En Tepoztlan por accidente...todo a 1 KM...

¿Cuantos ingenieros se necesitan para saber que un carro funciona con gasolina?...ya de regreso y en la carretera notamos que solo quedaba la reserva, por suerte alcanzamos a llegar a la caseta de cobro, de ahí nos mandaron a Tepoztlan... -agarren para allá derecho como a un kilómetro- ¿Cuántos ingenieros se necesitan para saber que la gasolina se compra con dinero?, de alguna forma juntamos suficiente para pagarla pero nos quedamos sin efectivo para las casetas, preguntamos por un cajero automático rogando que hubiera alguno – vayan derecho por esa calle, hay uno como a un kilómetro en el centro- dimos una vuelta por el pintoresco pueblito y finalmente encontramos el cajero.

Yo no le hago a eso...

Para mí que es pura envidia...

Cumpleaños 07'

Sonora querida, tierra consentida de dicha y placer...extraño tu suelo y cifro mi anhelo en volverte a ver...

Ah que verdades encierra esa canción!

Es curioso, cuando estoy en el DF extraño mi tierra, Sonora, y cuando estoy en Sonora y extraño mi cuna, el DF, como sea, mi primer celebración fue en la Ciudad de México, fui con dos de mis mejores amigos al billar y a cenar unos deliciosos tacos después de meses de medusas y escupitajos, al siguiente día volé a Hermosillo, y para seguir con los festejos tuve un pastel, globos y bolsitas de dulces en casa de mi mamá y una cena con el resto de mi familia en el Está Cabral.

Un año más, mis amigos, comida Mexicana, un trovador Francés y al más puro estilo Sonorense...







Muchas gracias a todos los que hicieron especial este día especial, tanto en presencia como en ausencia.

La Boda Noriega-Mariscal

Just...Beijing

Working...

Sabritas Chinas

A que te puedes comer solo una...

Si "American Classic Flavor" es un ingrediente...imagínense el resto...

Sea pearls...

Y mi pobre chofer esperando...

Feeding the printer...

Nieve!

Justo ayer platicaba con una de las programadoras de materiales acerca de lo decepcionante que fue para mi no ver una sola nevada en este crudo invierno, ella me dijo que este año habían tenido solo una, exactamente dos días antes de que yo llegara a Beijing, tampoco me tocó en Nueva York, ahí la gente bromeaba con que la ciudad parecía ser la nueva Florida, al parecer es muy acertado el pronóstico de que éste será un año muy caluroso.

El tiempo ha cambiado muy pronto, ya no llegamos siquiera a los cero grados la semana pasada, ni hablar ya sería quizás el próximo año...no se puede tener todo en la vida verdad?

Hoy en la mañana, después de dormir largas 8 horas, me dispuse a seguir mi plan, tomar un baño en la tina e ir a la sala de masajes del hotel, después de todo me lo merecía no?...al abrir las cortinas y dejar entrar la luz…simplemente no pude tener mejor vista…


Me vestí de inmediato y bajé casi corriendo, quizás suena ridículo, pero este fue mi primer contacto con la nieve, y sinceramente no pudo ser mejor.





Este es "Eudora Station", el restaurante que ha salvado mi vida los últimos dos meses.


La entrada trasera de la plaza Lido...

Otra de esas raras historias...

El pequeño diccionario...

Las ultimas semanas aquí han sido muy duras, quien bien me conoce sabe que es muy difícil que me de por vencida y en esta ocasión ya llegue al punto de considerarlo, alguna vez alguien me preguntó si creía en el destino y como para que no se me olvide que debo hacerlo, el mismo destino me mandó un recordatorio…

Ayer fui con mi compañero de la India a buscar perlas para su esposa, le recomendaron un mercado en el centro de la ciudad, saliendo del trabajo le pedimos al chofer que nos llevara a ahí, había un tráfico del demonio a causa de la lluvia y yo en lo único que pensaba era en volver al hotel y dormir un poco.

El encontró lo que buscaba y mientras regateaba yo me dirigí a una tienda que me pareció interesante, había algunas cosas viejas aunque no como para considerarse antigüedades, también algunos objetos que prometían ser maravillas, como el espejo de Mao o su taza de té, cuando me disponía a salir del lugar, un pequeño librito llamó mi atención, lo tomé, lo abrí y lo primero que encontré fue mi apellido materno subrayado en rojo.

Debo haber puesto una gran cara de asombro, porque el dueño, -un señor mayor que no hablaba absolutamente nada de Inglés- de inmediato comenzó a preguntarme a señas si ese era mi nombre, pregunté por el precio, no regateé como lo hubiera hecho con alguien mas joven, con más ventajas y sobre todo con más ventas, a final de cuentas la anécdota bien valió la pena.