domingo, diciembre 10, 2006

jueves, diciembre 07, 2006

Morelia

Cansada de la histérica, aunque no menos bella Ciudad de México, decidí agarrar mi mochila y escaparme un fin de semana a Michoacán, la idea original era ir directo a Uruapan, pero por alguna razón que solo el orden universal conoce fui a dar a Morelia, tomé un autobús de lo más cómodo y las 4 horas de recorrido no estuvieron tan mal, llegué a eso de las 6 de la tarde y me dispuse a conocer el centro de la ciudad, di un paseo en el tranvía turístico, fui a buscar algo para comer y como el plan era no tener plan terminé buscando hospedaje cuando ya había oscurecido. De pronto, la gente se empezó a juntar frente a catedral y solo alcancé a escuchar algo de la "iluminación artística", en eso, tronaron cohetes y se dejaron escuchar cánticos gregorianos, todos estaban extasiados, ¡y yo que había olvidado cargar las pilas de la cámara!! En fin, me dispuse a disfrutar del espectáculo y poco a poco la catedral se fue llenando de luces, al final me enteré de que ese espectáculo solo lo hacen los sábados por la noche...era viernes...oooook.

Me conseguí un hostal que me dijeron era nuevo, caminé por algunas solitarias calles del centro ya entrada la noche y aunque yo tenía cierto recelo me dijeron que no era nada peligrosa esa zona, por fin encontré el lugar y en el mostrador estaba un fulano bastante interesante, estuvimos platicando un rato y me dio una habitación para mi sola, total era temporada baja y a él le convenía que me quedara, a la mañana siguiente me di un baño muy temprano, me esperaban para ir a ese lugar que por tantos años había deseado visitar...

Este es el hotel La Soledad, el día anterior había conseguido colarme en un grupo que iba de visita al santuario de las mariposas monarca y aquí es en donde iban a pasar a recogerme.

Este carruaje lo tienen a la entrada del hotel, por toda la ciudad se pueden encontrar detalles como ese.

Después de casi 3 horas de viaje por fin llegamos al santuario...estábamos abajo de las montañas y ya se veía que nos esperaba un gran espectáculo


Un retraso de 2 meses…
Estas niñas se llaman Septiembre y Octubre….así como lo leen, resulta que a mitad del camino Septiembre se sintió mal y tuvo que regresar, su hermana al ver que no volvía al grupo bajó a buscarla y como el guía y yo las estuvimos esperando nos retrasamos, los demás simplemente siguieron el recorrido con el guía local que nos habían asignado. A final de cuentas tuve mi recompensa porque recibí toda la atención, explicaciones y uso exclusivo de los binoculares para ver los nódulos que forman las mariposas en los árboles en la cima de la montaña, es un recorrido maravilloso pero muy cansado, la altitud es de unos 3600 metros sobre el nivel del mar y es muy largo el camino.