lunes, abril 11, 2005

Un buen día a fin de cuentas

No fue solo uno más, el día de hoy, llegó la tan esperada “toma de la cuidad”, se trata de un programa de educación vial basado en el arte escénico en el que está involucrada Sandra, mi hermana menor, eran 160 jóvenes repartidos en los cruceros más importantes de la ciudad, todos ellos disfrazados de los diferentes personajes que el ayuntamiento recién sacó en un comic de libre circulación, zanqueros, patinadores, bailarines y hasta en sillas de ruedas, fue un gran evento, que incluso se transmitió por una de las televisoras locales. A las ocho de la mañana en punto sonaron todas las campanas de las iglesias de Hermosillo, al igual que todas las sirenas de patrullas, ambulancias y carros de bomberos, y aún así hubo quien ni siquiera se percató de su presencia; Curiosamente uno de mis amigos me comentó a media mañana que había estado a punto de atropellar a “uno en zancos”, menos mal que no sucedió, y que aún puede mantener su insignia de critico de mujeres al volante.

Muchas felicidades por tu esfuerzo enana, y sobre todo porque se que de ésta experiencia vas a aprender mucho más de lo que a simple vista se ve.

Por otra parte, debo decir que hoy fue un día un tanto extraño, amanecí sintiéndome muy deprimida y decidida a hacer cambios drásticos en mi vida, la verdad es que desde hace varios meses me han estado sucediendo cosas que lo ameritan, y aunque todavía hay muchas cosas que tengo que analizar, existe una razón muy fuerte por la que puedo darme el lujo de pensarlo dos veces, y es que soy tan afortunada que estoy rodeada de gente maravillosa que siempre está conmigo en momentos como este.

Por la tarde recibí una llamada de la Ciudad de México, y lo único que voy a decir, es que hoy fue mi último día desempleada, comienzo a creer que las cosas pasan por algo, y que aunque a veces parezca que me alejo más y más de mis metas, tengo que averiguar si hay otros caminos que no he considerado para llegar.